⏳ Conoces a personas que aunque tengan mucho tiempo para una actividad o tarea, lo dejan al final. Vence el hábito de dejar todo al último momento, Conoce ¿Qué es el síndrome del estudiante y cómo dejar de serlo?
El primer autor en establecer la frase “Síndrome del Estudiante” fue Eliyahu M. Goldratt en el libro Cadena de suministro, en el que detalla que “una persona comienza a dedicarse por completo a una tarea hasta que ha llegado al límite de tiempo para realizarla” e hizo un comparativo con estudiantes y observó que hasta que faltaba ⅓ del tiempo que tenían para estudiar comenzaban hacerlo.
Es decir, que había personas que actuaban de forma similar en la vida académica como en la vida laboral y a esas personas les denomino que tenían esa habilidad como hábito arraigado para dejar todo al último momento, aunque gozaran de tiempo para evitar correr, salir tarde o desvelarse.
¡Te suena familiar!
La mentalidad de una persona con Síndrome del Estudiante
La mentalidad de una persona con el síndrome del estudiante, se refleja con el diálogo interno que tiene a nivel pensamientos y con el diálogo externo con sus compañeros de trabajo, a continuación algunas frases de estos pensamientos que reflejan el síndrome:
Hay mucho tiempo, esto lo termino rápido.
Hoy no me dio tiempo, luego….
Creo que es poco tiempo para la actividad, pero bueno, después inicio…
Si hubiera tenido más tiempo, seguro lo habría hecho mejor…
Mejor lo hago mañana, por la operación no puedo
Falta mucho tiempo, lo haré cuando se acerque la fecha.
No alcancé a terminar porque me faltó tiempo.
Podemos seguir anotando frases, que lo único que refleja es que el síndrome del estudiante se basa en justificar el por qué se procrastinan las actividades o tareas.
Mientras más tiempo hay más tardamos en plantear problemas o planear iniciar dichas actividades y que a la larga se reflejan en una baja productividad y una mentalidad del -ahí se va-.
¿Cómo vemos el Síndrome del Estudiante en una organización?
El síndrome del estudiante en las organizaciones lo podemos ver en todos los niveles jerárquicos, sin embargo, en la parte operativa es más evidente que en posiciones altas o intermedias.
También, dependiendo del giro del negocio o actividad de la empresa se observan tendencias dónde también es evidente el dejar al último momento dicha actividad.
Por ejemplo en oficinas de gobierno podemos observar a mucha gente haciendo filas en fechas de vencimiento de trámites, cómo el pago de impuestos.
En algunas otras, los días de cierre de mes o los meses de cierres fiscales por mencionar algunos. Todos ellos reflejan el vencimiento de plazos, fechas límites como tendencia a accionar.
Es decir, hay temporadas en las que es más evidente el dejar todo al último momento ya sea por parte de los clientes o de manera interna.
Síndrome de Estudiante, vence el hábito de dejar todo al último momento haciendo esto:
PRIMERO: Descubrir la causa raíz del hábito de dejar todo al final.
Lo importante para vencer el hábito de retrasar tareas conocido como el síndrome del estudiante, lo más importante es descubrir la razón raíz del porqué dejamos las actividades al último momento, un buen diagnóstico hace la diferencia.
Reconocer que hace te demores en iniciar puede ayudar a cambiar ese hábito. Comienza preguntándote:
¿Qué es lo que está haciendo que retrases?
Escribe y vuelve a preguntarte porqué a medida que avances descubrirás la razón principal y solo así se puede hacer un plan de acción para contrarrestarlo.
SEGUNDO: Analiza todas las posibles consecuencias de dejar todo a último momento.
Lo que ayuda es pensar en las consecuencias, se consciente de las consecuencias económicas, sociales y emocionales que te deja el síndrome del estudiante.
Desde no tener el mérito para un ascenso, un cargo o descuento de tu nómina, el monto de la venta que no se cerró, la pérdida de la credibilidad ante un socio comercial por mencionar algunos.
Cuando exploramos las consecuencias en varios ámbitos la percepción de la consecuencia cambia, y notarás que lo económico es significativo pero no lo es todo, es más lo social y emocional trae consecuencias mayores en la productividad y efectividad personal.
TERCERO: Explora la posibilidad de pedir ayuda, asesoría o consultoría.
No tienes que hacer todo tú. Se vale pedir ayuda y de ahí del éxito de los mentores, coaches que ayudan con la rendición de cuentas, convirtiéndote en una persona Accountable, desarrolla la habilidad del Accountability.
Si no te agrada la idea de buscar un coach que te oriente, consigue a un compañero, un buddie partner que te ayude a organizarte, delimitar fechas límite, a distribuir tareas y hasta en la rendición de cuentas.
Cuidado, no es delegar esas tareas que no te gustan, es para que ayude con esos pensamientos, emociones y hábitos nocivos del síndrome del estudiante.
Planea tus actividades, organízate mejor y sobre todo observa tus pensamientos.
Podemos vencer ese hábito de dejar todo al último momento, de procrastinar con hábitos positivos.
¡Puedo ayudarte!

Raquel Lizama
Consultor en Productividad personal y liderazgo. Mindset Coach Certificado, Instructor Empresarial y Docente Universitario con más de 20 años de experiencia en Formación. Apasionada del aprendizaje, la organización y el empoderamiento.
Mi propósito es que liberes tu potencial productivo y logres tus metas. ¡Te acompaño!